Y parece que fue
ayer cuando empezamos…
El día que hice
la matrícula de la universidad de este año, lo primero que hice fue leer las
asignaturas con mucha ilusión. Al ver “Practicum II” me alegré muchísimo por
los recuerdos que tenía del año pasado en mis prácticas.
Seguida a esa
asignatura se encontraba “Educación Plástica y Visual” lo cual me hizo pensar
que tendría que entrenar mi creatividad si quería superar esa asignatura, y por
último, me fijé en “Literatura española, literatura infantil y educación
literaria”, que me hizo llevarme las manos a la cabeza.
Durante toda mi
vida, uno de los mayores problemas que he tenido ha sido el tener que
explicarme, y no hablemos ya de redactar.
Cuando era
pequeña recuerdo las riñas que me echaba mi padre por no saber explicarme y me
hacía repetir una y otra vez la frase que no me salía hasta que consiguiera que
cobrara sentido. Esa presión me hacía sentir más pequeña de lo que ya era y me
cortaba las alas a la hora de explicarme. Ese miedo que tenía en casa de hablar
y expresarme, lo trasladé al colegio, donde tampoco llamaba la atención. Nunca
levantaba la mano por miedo a que las palabras no me salieran como las estaba
pensando y menos por si hacía el ridículo delante de todos mis compañeros, a
los que veía superiores en el sentido de la lengua.
Por esto y mucho
más, no me sentí nada cómoda al leer esa asignatura. Sabía que, o la suspendía,
o la aprobaba con un cinco raspado y llorando.
Lo único bueno
que tenía esa asignatura era la profesora, que aunque nunca la habíamos tenido,
me habían llegado muy buenas críticas de ella. Asique decidí no obsesionarme e
intentar llevarla con emoción.
El primer día de
clase fue muy importante para mí. No sabía por dónde “nos iba a salir” la
profesora, si tendríamos que hacer un trabajo para esa misma hora, si teníamos
que explicar que significaba la literatura para nosotros… Estaba muy incómoda.
Cuando la
profesora nos dijo que le hiciéramos preguntas, que ella iba a responder a lo
que fuera, me sentí más aliviada, no solo porque no tuvimos que hacer ningún
trabajo de primeras, sino también porque conocimos a la profesora y, en contra
de mis expectativas, me llevé una gran sorpresa ya que no se parecía en nada a
las profesoras de lengua y literatura que ya había tenido años atrás.
La idea que nos
propuso la profesora acerca de publicar nuestros trabajos en un blog y
compartirlo con los compañeros y en general con el mundo, me hizo estremecer. No
solo estaba algo avergonzada con la idea de que la profesora se diera cuenta de
lo mal que me explicaba, sino que mis compañeros también lo tendrían que ver y
valorarme. Aún así, la idea me pareció buena, ¿Qué mejor que aprender a
valorar? Como futuros maestros, valorar y corregir va a ser nuestro día a día.
Deberíamos poder hacerlo en todas las asignaturas que hemos y que vayamos a
tener. Hay que saber equivocarse para aprender de los errores e intentar corregirlos.
Gracias a esta
introducción, pude ver la luz del túnel de esta asignatura y me di cuenta de
que podía empezar de cero. Nadie sabía mis problemas con respecto a mi expresión,
así que decidí creer en mi misma y confiar en que yo estaba tan capacitada para
hacer los trabajos de esta asignatura como cualquier otro compañero.
He querido contar
todo esto por un motivo. Cómo esta asignatura que de primeras me daba tanto
miedo ha acabado motivándome y dándome fuerzas para cambiar la forma en la que
se está impartiendo esta asignatura en las aulas actualmente.
Lengua y
literatura no se debería de resumir en fichas de lectura, libros obligatorios,
sintáxis y codos. Hay mucho más.
Bloque 1
En este bloque trabajamos
la literatura infantil, definiendo la literatura como un arte que utiliza las
palabras para manifestarse.
Hemos de tener
claro que la literatura no está creada para enseñar ni para inculcar
pensamientos o valores morales, pero eso no quiere decir que no enseñe, ya que
la literatura provoca una reflexión profunda en el lector sobre los temas que
trata.
La profesora nos
enseñó y explicó la diferencia entre los textos literarios, los textos no
literarios y los textos paraliterarios.
Los textos no
literarios que usamos en el aula son didácticos.
En este bloque
entendí que había que enseñar a los alumnos a empatizar con los personajes de
los libros y los cuentos. No debemos hacer preguntas relacionadas con el libro
de forma que los niños solo lo puedan responder si se acuerdan, ya que
estaremos midiendo la memoria de los alumnos. Eso les aleja de la literatura y
hace que renieguen de ella como me pasó a mí y a la mayoría de mis compañeros.
A los niños hay
que enseñarlos a leer y a su vez, a que disfruten de la lectura. Para que esto
sea posible, los maestros debemos valorar los libros que tenemos y que vamos a
trabajar preparando las actividades pertinentes antes de entregárselos a los
alumnos.
Este bloque me
ha enseñado a discriminar textos para saber si son adecuados para la edad de
los niños valorando su formato, sus contenidos, los temas, sus valores y
contravalores (que sin lugar a dudas ha sido lo más difícil de identificar),
las ilustraciones (en las que nunca me había parado a pensar), su tipografía…
Bloque 2
Este bloque ha
sido uno de los más bonitos pero a su vez uno de los más difíciles: La literatura
folclórica.
En un principio,
lo único que sabía acerca de este tema y de los cuentos, eran las películas de Disney. Qué equivocada estaba y cuánto
me ha gustado darme cuenta de esa equivocación. He disfrutado escuchando los
cuentos adaptados por los hermanos filólogos Grim y de Perrault, quien,
horrorizado por tantas fiestas en la corte francesa del Rey Sol (S.XVII),
aprovechó los cuentos de las nodrizas para moralizar adaptándolos con
moralejas.
He aprendido que
a partir de Perrault empiezan a aparecer adaptadores como los hermanos
nombrados anteriormente.
En el Siglo XIX
esta intención moralizadora cambia. En Alemania aparece una corriente
romántica, es una época de nacionalismo y trae una intención de recuperar y
ensalzar la propia cultura. A los hermanos Grim se les propone escribir
folclore alemán y rescatan textos a los que le dan sentido y coherencia.
Un detalle que
me impresionó bastante, es que en España, la folclorista más famosa de la época
romántica era Cecilia Boldenfaber, más conocida como Fernán Caballero, ya que
si no se hacía pasar por hombre sus adaptaciones no hubieran conseguido llegar
a la luz.
En el realismo
se dejó de lado al folclorismo pero a principios del siglo XX, después de la
revolución industrial, vuelve a surgir el interés por estos textos.
Un adaptador que
me ha resultado muy interesante es el antropólogo ruso Vladimir Propp, que se
obsesionó con los cuentos de Rusia y los clasificó en temas por sus diversos
contenidos. Tiene un libro que hoy en día sigue siendo referente (“Morfología
del cuento”) y les dio categoría a los cuentos folclóricos a materia de
estudio.
A partir de ese
momento, muchas figuras que destacaron en la sociedad por su brillantez como
Freud o Bruno Bettelheim, se guiaron de estos cuentos para poder extraer
conclusiones para sus tratamientos dependiendo de con que personaje se
identificara el niño.
Una ley que me
ha llamado mucho la atención ha sido la del 70, donde contenía un mandato de
escolarización que obligaba a los niños a ser escolarizados antes de los 6
años. Ocurrió durante esta ley el BOOM de las editoriales ya que antes no
existían los libros escolares.
La actividad que
la profesora nos propuso, fue adaptar un cuento que ella narró en clase; “Todo
tipo de pieles”. Me resultó muy complicado ya que teníamos que mantener la
estructura del cuento pero omitiendo y cambiando los temas inadecuados para los
niños. Lo que parecía una actividad muy sencilla, resultó ser un rompecabezas.
Intenté por todos los medios dar lugar a una historia adecuada y que se
ajustase a la actividad mencionada, pero nada salió como esperaba. No obstante,
esto ha desarrollado mi capacidad inventiva y creativa a la hora de adecuar
textos frente a diferentes públicos.
Bloque 3
En este bloque denominado Literatura española y educación
literaria nos hemos centrado en de la
Literatura española. Es algo que llevamos estudiando durante toda nuestra vida
pero de una manera muy distinta. Empezamos a adquirir conocimientos básicos
desde que somos pequeños y los vamos completando durante nuestra formación
académica escolar y, en mi caso, universitaria. Es algo fundamental en nuestro
aprendizaje ya que nos ayuda a conocer la cultura de nuestro país, por medio de
diferentes autores y contextualizaciones, y a avanzar con el manejo de la
lengua castellana además de conseguir desarrollar una soltura a la hora de
expresarnos de la que otros, que no han tenido la misma suerte, carecen.
De esta asignatura, que normalmente encontramos
ligada a la de Lengua Castellana, he alcanzado numerosos y diversos
conocimientos. Principalmente: he adquirido una formación literaria; he
comprendido los diferentes modos de aproximación a la obra literaria; he
conocido las teorías literarias básicas y contemporáneas; he dominado los
cambios y los progresos escolares que ha sufrido la literatura española; he
conocido la literatura infantil y juvenil; he averiguado el papel de la
literatura en la educación a través de textos orales y he
impulsado las competencias correspondientes.
El recorrido que hemos realizado por la literatura
española desde el siglo XI hasta finales del XX ha sido muy constructivo para
mí. Hemos tocado muchas áreas interesantes que por fin me han llamado la atención
porque, como bien he dicho antes, la literatura no era uno de mis fuertes.
Sobre todo, nos hemos centrado en el autor romántico Gustavo Adolfo Bécquer.
Este escritor sevillano también entra dentro de la categoría de postromántico
dado su carácter tardío. La mayoría de sus obras son poéticas pero, del mismo
modo, se le conoce por su arte periodístico y su narrativa.
Este bloque me ha ayudado a conseguir realizar
semanas culturales con verdadero éxito y a trabajar en equipo de manera
coordinada y fructífera. Cada uno hemos sido capaces aportar actividades a
nuestro propio curso e incluso adaptarlas a distintas edades.
En resumen, hemos logrado complementarnos a
nosotros y a nuestras actividades entre sí, lo que ha fomentado nuestra
creatividad, nuestra rapidez y fluidez y nuestra capacidad de resolución de
problemas.
Bloque 4
Este bloque,
Lectura literaria y animación lectora, es otra de las secciones que más me ha
llamado la atención.
Debemos tener
claras tres pautas esenciales a la hora de presentar una lectura como algo
entretenido.
Necesitamos
crear expectativas a los alumnos acerca de lo que se van a encontrar en la
lectura, buscando aspectos que creamos
que vayan a enganchar a los niños. Una vez realizadas estas expectativas,
tenemos que hacer que los niños empiecen a hacer uso de su autonomía. Una forma
clara para llegar a este objetivo es que los niños escojan sus propios libros,
para así sentir más ilusión y confianza en el momento de su lectura.
Finalmente, el punto
más significativo para mí ha sido el último puesto que destaca por su
originalidad. En este, el cometido es realizar una presentación o un tráiler
donde los niños deberán responder a la pregunta: ¿Qué crees que te vas a
encontrar?
Si el libro con
el que vamos a trabajar es corto, puede ser leído a los alumnos marcando pautas en las cuales se les
puede preguntar si les está gustando, qué es lo que cambiarían, con qué
personaje se identifican, etc., y así ayudarles a que comprendan el trasfondo
de la historia.
Se pueden hacer
preguntas para que los alumnos se fijen en la portada dando paso a la apertura
de un debate sobre el autor, de qué va a ir el libro e incluso de las
ilustraciones.
Existen dos
tipos de lectura. La lectura expresiva, más conocida como lectura “en voz alta”
y la lectura comprensiva, “en voz baja”.
Una de las dudas
que la profesora nos resolvió fue la de: ¿Cuántas páginas se pueden leer los
niños?
Para resolver
esta duda lo primero que tenemos que tener en cuenta son las páginas que
componen el libro, una vez solucionado este problema prestaremos atención en
saber por cuantos capítulos está formada la obra. A continuación nos fijaremos
en el tamaño de la letra y en el interlineado.
Conociendo la media de la clase
y su opinión sobre el libro además del sentimiento que les produce este tipo de
lectura, podremos especificar cuántas páginas o capítulos serán adecuados para
ellos.
Quiero destacar
una pregunta hacia los niños que realmente me ha llegado: ¿A quién regalarías
este libro y por qué? Creo que esta pregunta les puede conmover dejándoles una
huella emocional en la lectura de ese libro.
He aprendido que
las actividades que se propongan para antes, durante y después de la lectura,
deben de responder a los objetivos que se encuentran en la guía.
Bloque 5
El bloque de
Creación literaria ha sido de gran importancia para nuestra formación como
futuros maestros. Nos ha hecho darnos cuenta del sin fin de actividades que se
les puede proponer a nuestros alumnos. Con tan solo un poco de imaginación y
muchas ganas se puede motivar y más aún disfrutar con la literatura.
Los alumnos no
solo pueden hacerlo individualmente sino que pueden hacerlo por parejas o
grupos y siempre se va a obtener un buen resultado.
Lo más
importante y lo que más destacaría de este tema es saber lo que significa la
palabra “redacción” ya que es un escrito que tiene coherencia y cohesión. No
todo lo que leemos son redacciones. Por eso tenemos que especificar a nuestros
alumnos lo que pedimos de ellos, ya sea una narración, un diálogo, una
reflexión, etc.
He de admitir
que no soy muy creativa pero ha disfrutado mucho haciendo la actividad de este
bloque. Me parece una forma muy sencilla y bonita de estimular a los alumnos
para que se den cuenta de que la literatura no es siempre aburrida. He
aprendido muchas estrategias que desconocía y ha sido muy difícil escoger solo
una en la que basar mi trabajo.
Este bloque me
ha resultado muy breve y me hubiera gustado llegar a profundizar más. Las
actividades que se pueden llegar a proponer con la prosa, el verso y el
dramático difieren mucho de cualquier actividad debido a su carácter lúdico y
creativo.
Creo que a los
alumnos se les debería dejar más libertad a la hora de escribir sus propias
redacciones e informarles de la cantidad de estrategias que hemos visto, ya que
van a disfrutar y a escribir mejor si escogen el tema que quieran. Aun así, se
les debería de dar ciertas pautas antes de que comiencen a escribir tales como
hacer una lluvia de ideas, ordenarlas y estructurarlas, hacer el escrito,
releerlo y corregir y por último pasarlo a limpio.
Me ha encantado
conocer tantas actividades para motivar a los niños para así desarrollar su
creatividad, su expresión, su ortografía y su escritura. Deberíamos de motivar
a los niños con tales ejercicios desde muy pequeños para así, en cursos más avanzados,
sean capaces de escribir redacciones que nos quiten el aire.
Me ha encantado lo que has escrito, Marina, sobre todo la primera parte :D
ResponderEliminarHas descrito lo trabajado y has valorado lo aprendido. También has hecho algunas referencias a lo visto en las prácticas y has aportado algunas ideas sobre tu futuro docente. Esta última parte es la más importante y convendría y que completaras el artículo con una conclusión sobre cómo vas a trabajar la literatura en el futuro. De esta forma relacionarás, además, los diferentes contenidos de la asignatura que, al presentarlos en bloques separados, no parecen tener coherencia.
Incluye también bibliografía útil para trabajar la literatura en el aula y así el artículo será perfecto.
PD: Comprueba en la Wikipedia el verdadero nombre de Fernán Caballero XD